sábado, 11 de febrero de 2012

El día en que Bob Dylan mordió la manzana de Steve Jobs

Era 2004. Bob Dylan actúa en Palo Alto y Steve Jobs se recupera de su primera operación de cáncer. Jobs, fundador de Apple, idolatraba al cantautor. Ese día, el empresario y el músico se encuentran en una habitación de hotel. Dylan le confiesa cómo compone y escribe las letras de sus canciones. Le dice que la música se le venía encima y tenía que componerla.

En una segunda ocasión, en el interior del autobús de la gira del músico, Dylan le pregunta a Jobs que cuál era el tema favorito de su repertorio, a lo que Steve le contesta que es One Too Many Mornings. Esa misma noche, Dylan la interpreta en un concierto.

Después de esos dos encuentros, Steve Jobs tiene una idea. Quiere que todas las canciones de Dylan se vendan en su tienda de compra de música online, iTunes. El paquete de 700 temas costaría unos 199 dólares. La discográfica del cantante, Sony, se niega en rotundo, el precio de todo el Pack Dylan les parecía demasiado barato para un estrella como su cliente.

" Dylan es patrimonio nacional y no una mercancía barata"  Andy Lack (Ejecutivo de Sony)

Comienza aquí un pulso entre Sony y Apple por los derechos de explotación digital de la música del cantautor. Así lo recoge uno de los capítulos del libro Steve Jobs (Debate, 2011), escrito por Walter Isaacson, y que nos presenta una compilación de entrevistas, anécdotas y casi toda una biografía empresarial y filosófica del fundador de Apple.

¿Quién ganó la guerra por Dylan? ¿Jobs o Sony? Efectivamente venció Steve Jobs.

Según relata este libro, la negativa de la discográfica tuvo una fuerte respuesta por parte de Apple. Si ellos no querían vender la música de Dylan en iTunes, el propio Steve Jobs hablaría directamente con Bob Dylan para convencerlo.

Es entonces cuando el agente del cantautor y la discográfica negocian para evitar la presencia de Bob en iTunes. Sony incluso llegó a pagar un millón de dólares a Dylan para que no aceptará la oferta.

Dos años después, en 2006, el creador de iTunes tuvo otra idea maquiavélica. Le envió a Bob Dylan un iPod con sus canciones y le mostró a su agente, Jeff Rosen, qué tipo de campaña de marketing podría desplegar dentro de su plataforma online de música.

Justo ese mismo verano, se hacía el anuncio. El paquete digital de canciones de Bob Dylan se vendería en iTunes a un precio de 199 dólares. Bob Dylan se prestó gratis para grabar un anuncio de televisión para promocionar la venta de su música en iTunes. Los tiempos en el mundo de la música habían cambiado. La visión de un cantautor entrado en años como Dylan con un iPod en la mano le hizo ganar público jóven.

Aquel verano, Bob Dylan lideró las listas de ventas, después de 30 años sin conseguirlo. Un mito como Bob, sentado en un taburete, con un sombrero vaquero rasgando su guitarra, mientras tanto una jóven bailaba tras él, con su iPod conectado a sus oídos. Jobs había vuelto a triunfar.

Este fue uno de los éxitos empresariales de Jobs que narra el libro de Walter Isaacson.


                                            El anuncio de Bob Dylan para Apple.


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